El convento encantado de Olivenza
El convento de San Juan de Dios, del siglo XVI, situado en Olivenza, provincia de Badajoz, se fundó como convento de Clarisas. Posteriormente y debido a la guerra, parte de sus terrenos fueron ocupados por una muralla, quedando el convento encerrado dentro de uno de los baluartes.
Las Clarisas tuvieron que abandonar el recinto, el cual fue ocupado por los monjes hospitalarios de San Juan de Dios. Estos monjes se dedicaban al cuidado de los soldados heridos y enfermos.
Esta última situación llevo a ser un edificio en el cual la muerte y el sufrimiento estaban a la orden del día. Quizá esa condición es la que determina los hechos paranormales que suceden en el edificio.
En la actualidad el edificio alberga a la oficina de turismo de la localidad. La capilla tiene como uso lacelebración de actos oficiales y distintos eventos y convenciones.
En el año 1998 se creaba la Escuela de Teatro y Danza de Extremadura, la cual estaba ubicada en las instalaciones del convento. Poco tiempo después los fenómenos extraños hicieron su aparición y los trabajadores de la escuela fueron los principales testigos de los acontecimientos.
Una noche en la que una formación coral ensayaba, comenzó a escucharse música de piano en la capilla del convento. Poco después se escuchó además una voz de mujer cantando.
Varios miembros de la agrupación se dirigieron al lugar y pudieron comprobar que el piano de la capilla estaba tapado y no se encontraba nadie en la capilla. Ellos sabían que solo la agrupación coral se encontraba en el convento, ya que ensayaban de madrugada y así tenían más tranquilidad.
A la mañana siguiente se informaron en el ayuntamiento, en el cual les confirmaron que no se había entregado ninguna otra llave a nadie para poder acceder al edificio esa madrugada.
Carmen Martínez, profesora de la escuela relata como ella también escuchó el piano una noche a las 3 de la madrugada y también a la mujer cantando. Además, también se escuchaba un órgano. Intrigada preguntó en el Ayuntamiento si alguien más había estado en el convento esa noche, a lo que le respondieron que no, y que además nadie había tenido llave del convento ese día.
Algo muy intrigante es el hecho de que en el convento existe un piano, pero no un órgano. Carmen vivió esos hechos junto a 8 personas más. Además, la misma Carmen tuvo conocimiento por sus alumnos de como se escuchaba un bebe llorando en los cuartos de baño.
Otros trabajadores confesaron haber sentido un frío intenso en días en los cuales el clima era cálido. También se sentían observados y en ocasiones notaban un malestar que no podían explicar.
Llamadas en las puertas, e incluso la aparición de un hombre que atravesaba de una pared hacia otra son otros de los fenómenos que se produjeron en el convento.
Carmen Rodríguez, conserje de la escuela de danza, cuenta como uno de los relojes de las aulas se paraba siempre a una hora determinada. Lo curiosos es que el reloj funcionaba perfectamente en las otras aulas. Carmen probó a llevar todos y cada uno de los relojes de las otras dependencias a esa aula, y todos se paraban a la misma hora.
En las obras de acondicionamiento para la escuela de danza se encontraron multitud de restos humanos que quizá tengan relación con los fenómenos sucedidos, y aún más si tenemos en cuenta que el convento en su época como hospital militar, fue un lugar donde el sufrimiento y la muerte eran habituales.
Angeles Saavedra, administrativa de la escuela, vio más de una vez sombras que pasaban por un pasillo y notaba presencias.
Una alumna de la escuela, Cristina Fernández, vio en una ocasión como una mano se deslizaba en el cristal de una ventana y a continuación llamaron a la puerta del aula donde se encontraba. Una vez abrió la puerta, pudo comprobar que no había nadie.
En el año 2013 la conocida sensitiva Paloma Navarrete llevó a cabo una experiencia de aislamiento que fue grabada por el programa de televisión Cuarto Milenio. En dicha experiencia, Paloma percibió varios entes.
El primero de ellos era un hombre con la cabeza vendada que se encontraba en el pasillo donde ella estaba situada. A la par de sentir esa presencia describió como se oían puertas abriéndose y cerrándose.
Una segunda presencia era la de un hombre, que según la propia Paloma, le dijo que «venía de una guerra». Lo describió como alguien con la cara triste y muy delgado.
En cierto momento de la experiencia, Paloma noto como había alguien detrás de ella. Cuando la sensitiva se volvía, aquella presencia desaparecía. También notó que aquella presencia era alguien que estaba allí para cuidar de los demás.
Actualmente el convento ha dejado de producir este tipo de fenómenos, pero sin embargo son muchas las personas que sienten un reparo especial al entrar en el.
Increíble me a gustado.
Merece visitarlo Carmen, te lo dice alguien que vive en Olivenza.
Madre mía Nico por el año 1986 cuando nos atrevíamos a todo, recuerdo las habitaciones enormes todo de tierra, en una ocasión nos salió de una de ellas una especie de murciélago que nosotros entre el miedo y la valentía decíamos que era un vampiro, media con las alas abiertas mínimo 50 cm.
Luego había unas escaleras muy estrechas y cuando llegamos abajo había féretros
hechos de tablas medio abiertos y allí había retos de huesos humanos, entre otras cosas, carretillas, palas algo asombroso algunos de la expedición jajaja salieron corriendo y todo lo hacíamos con un mero mechero. Qué recuerdos. Besos
Viejos y fantasmales recuerdos Ana